Una corta explicación antes de esta exposición que hemos denominado: “Petro, criptomoneda, recursos naturales e inclusión social”. Pues bien, hemos notado que una de las debilidades, limitaciones y obstáculos en el momento actual que vive la república, es precisamente la necesidad de implementar y profundizar en el lenguaje, en los nuevos códigos, en las nuevas claves, en la narrativa, en el discurso, en el relato, como bien insistía nuestro comandante Presidente Hugo Chávez.
Esa intersubjetividad chavista, de cualidad identitaria, con códigos propios, con visión multiversa propia sobre la política, la economía, la sociedad y la cultura, o como lo define Yarisma Unda (2017) un “imaginario” definido, conjugado y construido alrededor de la figura de Chávez, es el devenir político nacional y la interpretación popular de la vida en el contexto político de la Revolución Bolivariana.
Y esto no es más que propender a la utilización de un lenguaje propio, una narrativa, un relato dejado como legado por Hugo Chávez, y que es determinante en la construcción de la hegemonía cultural de la Revolución Bolivariana.
Joseph Schumpeter economista yanqui del Siglo XX, conservador, republicano gringo, pensaba que la izquierda había subestimado la capacidad de persuasión de una de las mejores razones que pueden aducirse en favor del control público del capital productivo; “…uno de los argumentos más poderosos y difíciles de rebatir” – sugirió - es el de que la propiedad pública produce beneficios, lo que significa que la captación de ingresos públicos no tiene que depender sólo de los impuestos; pues es así, el socialismo tiene argumentos irrebatibles, no sólo en lo teórico constitucional, sino en lo pragmático de la ciencia política.
Bien lo decía Vladimir Lenin: “…no hay practica revolucionaria, sin teoría revolucionaria y a la inversa…”, pero también Hugo Chávez, que nos deja un deslumbrante legado, insistía en “convencer” con argumentos, con fundamentos, y para ello debemos ir a lo grueso, a lo profundo, al origen de las cosas para poder comprender, entender e interpretar los nuevos paradigmas vigentes poco debatidos, para así tomar consciencia de nuestro devenir histórico y la defensa sin medias tintas del socialismo Bolivariano del siglo XXI que está en pleno desarrollo, de la mano del presidente obrero Nicolás Maduro que ha tenido la responsabilidad de impulsar la innovación tecnológica, proteger los recursos naturales de la Patria y la plena inclusión social de la población venezolana.
Esa combinación de innovación tecnológica, recursos naturales y plena inclusión social, es un salto adelante en la conversión de la Patria en una verdadera Potencia; esta ventana de oportunidades en ciencias de la vida y ciencias de materiales, nos coloca en una privilegiada situación ante la revolución tecnológica en puertas, con enormes recursos naturales, energéticos que permiten financiar la innovación alrededor de ellos, junto al poder que nos da la apropiación y posesión de estos recursos naturales, y para ello debemos estar informados, involucrados profundamente, científicamente, técnicamente, políticamente, ideológicamente de lo que esta pasando.
No sólo la revolución informática e internet han producido un cambio profundo en el mundo, en las complejas sociedades de hoy a través de la interacción de redes a cualquier distancia, ampliando enormemente el acceso a la información y al conocimiento, para la adquisición de mayor conocimiento, sino que además permiten una nueva forma de entender la economía, hoy cuando estamos camino hacia la relocalización social de la economía, la economía comunitaria, comunal en oposición a la globalización neoliberalista.
El jefe de Estado Nicolás Maduro, en una estrategia de extraordinaria política inteligente y audaz, ha iniciado la ruptura, la abertura que necesitaba la revolución Bolivariana para el salto adelante que siempre abogó Hugo Chávez, al rescatar la propuesta de la creación de la criptomoneda “El Petro”.
Antes de hablar de esta cibermoneda propiedad del Estado venezolano, que definitivamente tiene hoy un inusitado impacto en el mundo financiero y monetario del planeta, debo hacer referencia a corta historiografía sobre lo que significa la plataforma que esta detrás de esta tecnología monetaria de siglo XXI.
Hoy sabemos que en el imaginario de la población venezolana, ha interiorizado además de una revolución social en marcha, una revolución cultural, una revolución digital, una profunda revolución jurídica que vino de la mano de la revolución Bolivariana emprendida por Hugo Chávez, no debemos tener duda que también se está produciendo en la república una revolución tecnológica y no puede haber ninguna duda que ante nuestros ojos se presenta esta revolución tecnológica que abarca también lo económico lo financiero.
En los setenta del siglo XX vimos como aparecen las placas impresas que dieron origen a las placas madre, en los años ochenta los computadores personales, en los noventa aparece internet, en los dos mil, las redes sociales y los teléfonos inteligentes y esto se va repitiendo cíclicamente y Venezuela no ha estado al margen de estas trasformaciones y hoy tenemos nada más y nada menos que una revolución similar a la producida por internet en el mundo, con la apertura hacia la criptomoneda y específicamente “El Petro”.
Es precisamente a partir del inicio del siglo XXI que nuestra república entra de lleno a la innovación tecnológica, a la protección de los recursos naturales de nuestros suelos y la plena inclusión social de las grandes mayorías que por siglos estuvieron excluidas, de la mano de un gran visionario y estadista como Hugo Chávez.
El Presidente Chávez visionó cómo se convertiría la Patria venezolana en una verdadera potencia no solo en la región latinoamericana, sino qué sería vanguardia en el mundo de la innovación tecnológica en buena medida para un país en desarrollo, sus inmensos recursos naturales en petróleo gas coltan thorio oro diamantes agua dulce entre otros, sin dejar de pagar la enorme deuda social con las mayorías necesitadas, una incuestionable plena inclusión social.
Se ha vencido el miedo y se ha decidido innovar, asumir riesgos, cambiarle la vida al prójimo, pensar en el futuro tecnológico, liberarnos con la tecnología, una visión para la construcción de un futuro exitoso para nuestra república, para América latina y el Caribe que nos permite prosperar junto a los países llamados avanzados y a punto de colapso.
Con nuestra alta dotación de recursos naturales, energéticos nos hemos incorporado a un proceso dinámico capaz de convertirnos en los proveedores de materiales para industria y para la alimentación de la población. Sí los países llamados “desarrollados” se han convertido en la fábrica del mundo, Venezuela muy bien se está convirtiendo en proveedor de un amplia gama de insumos naturales, sintéticos, renovables, reciclables, desde los estándar hasta una gran variedad de materiales especiales de alta tecnología, minerales, químicos y biológicos.
Con un alto componente satelital, con tres satélites en orbita, con minería, metalúrgica, química, petroquímica y farmacia, agroponía, agricultura y toda la agroindustria, biotecnología, acuicultura, cerámica, energía, refinación, electricidad, el turismo especializado y porque no con nanotecnología, hemos roto amarras tecnológicas; es decir, al tomar en cuenta la ciencias de la vida y en ciencia de materiales, y hoy en criptoactivos nos colocamos con ventaja para lo que será la próxima revolución tecnología y con una combinación de biotecnología, bioeletrónica, nanotecnología y nuevos materiales nos impulsaran a la verdadera suma de felicidad posible para la población venezolana.
La revolución informática ya es cosa del pasado, internet amplió enormemente el acceso a la información, facilitando la interacción en redes para la colaboración mundial, y ante nuestros ojos estamos siendo testigos y protagonistas del inicio de una trasformación tecnológica, siendo nuestra Patria participe en esta ola de ruptura, de rompimiento al orden mundial establecido sobre todo en aspectos económicos y financieros y especialmente en materia monetaria.
Con el nacimiento de la criptomoneda “El Petro” propiedad común de todos los venezolanos, se da un salto cualitativo en materia de innovación tecnológica, una herramienta que ha dado un golpe certero a la economía real, al mercado capitalista que hace suyos valores negativos como el afán de lucro y competencia, que toma el dinero, el capital como objetivo de la economía y no el bien común como objetivo o como la dimensión más acertada de nuestros hermanos Bolivianos el “buen vivir” que es una entidad superior al “bien común” el bien comunal, el bien comunitario.
La macro economía así como la micro economía en el capitalismo es el único proyecto en el mundo que mide su éxito a lo largo de medios como el capital, el dinero; hoy ese éxito económico en los mercados, lo miden con un indicador destacado como el PIB de la economía nacional, lo miden de acuerdo a ese afán de lucro y competencia que no es el objetivo de la actividad económica, pero peor aún, sin estar previsto como norma suprema en ninguna constitución política del mundo.
El éxito de la actividad económica debe medirse según la contribución al bien común y no con el indicador del PIB de la economía, debe medirse por la contribución al bien común, al beneficio social, a la mayor suma de felicidad posible del pueblo, así lo establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Volviendo a la extraordinaria innovación tecnológica con la creación del Petro como criptoactivo venezolano, legado de Chávez y de la mano de Nicolás Maduro, no hay duda que será criptomoneda del futuro y todas las empresas, industrias y comercios, la administración pública y todas las ramas del poder publico venezolano, así como todos los ciudadanos deben comprender que la cibermoneda el Petro será sin ninguna duda uno de los criptoactivo de mayor fortaleza en el mundo por cuanto están respaldados por activos reales como son los recursos naturales y los cuales Venezuela los contiene en inmensas cantidades y para todos los ámbitos tecnológicos, incluyendo la nanotecnología.
Pero por debajo de esa enorme innovación tecnológica, se presenta una plataforma de sostén que no hemos hablado de su enorme importancia, versatilidad y utilidad. Se trata de la “cadena de bloques” o llamada comúnmente “blockchain”, que será sin lugar a dudas la nueva revolución tecnológica en los albores del siglo XXI.
Rápidamente para ir cerrando esta intervención, por lo avanzado de la hora, debo indicar que esta tecnología de la cadena de bloques o blockchain será el protocolo que dominará las comunicaciones en todos los ámbitos de nuestra vida.
Blockchain o cadena de bloques será de aplicación a múltiples ámbitos, no solo en el contorno financiero y económico, en transacciones internacionales, remesas, telecomunicaciones, sino también, al área presupuestal de la nación, del Estado como un todo, medios de comunicación `públicos, sector energético, al sector agroalimentario, salud, educación, registros de vehículos, registro de propiedad inmobiliaria, registro civil, al poder electoral que transformará el sufragio, pago de servicios públicos y un largo etcétera.
En fin esta tecnología de cadenas de bloques como tecnología que esta detrás del Petro como criptomoneda, proporciona una extraordinaria utilidad en múltiples ámbitos o sectores de la vida nacional; por ello quiero persuadir especialmente a los abogados aquí presentes para entrar a conocer esta tecnología que supone un cambio de paradigmas, es la completa democratización en la vida diaria del ciudadano, la verdadera democracias participativa y protagónica, la democracia directa, una democracia de avanzada propia del socialismo del siglo XXI que rescató Hugo Chávez de la vieja Atenas en Grecia promovida por Pericles en su época, ya hace 2500 años.
Para finalizar no me resta sino invitarlos entrar a esta no tan novedosa área de la cibernética jurídica, sino además irrumpir a los nuevos conceptos de uso común de esta revolucionaria tecnología como los contratos inteligentes, la tokenización, la criptografía, la cadena de bloques o blockchain, nodos, oficina virtual, criptoactivo, criptomoneda, prueba de trabajo, entre muchos otros, para saber y entender ese nuevo lenguaje y los cambios que la innovación tecnológica trae al nuevo orden jurídico nacional, al sistema jurídico que conocíamos. Es una verdadera revolución tecnológica en puertas.
Buenas tardes a todos.