martes, 22 de octubre de 2013

Abogado Euclides Quevedo
“Cuando la autoridad municipal es negligente, no existe o hay omisión en el cumplimiento de la ley, el motorizado irresponsable, y la ciudadanía aterrorizada por la anarquía en el municipio, la ciudad se convierte en una verdadera bomba de tiempo, abandonada a su suerte, permitiendo sobrevivir en medio de una violencia sostenida y creciente, una ciudad anárquica y en caos total”, explica el abogado constitucionalista y profesor universitario, Euclides Quevedo Abril.

Afirmó que “era urgente, de emergencia pública, que el gobernador Vielma Mora interviniera de manera inmediata por bien de la paz ciudadana, la salud pública, el respeto humano, el bienestar general, en el marco del estado de derecho que nos rige y bajo los lineamientos de los derechos humanos, y del mismo reglamento que el comandante Presidente Eterno Hugo Chávez promulgó para regular los motorizados, hace ya dos años, por esta misma fecha y que la alcaldía de San Cristóbal hizo caso omiso, por no estar interesada en resolver los graves problemas de la ciudad”.

—Cuando un motorizado transita sin placas, en contravía, sin casco, por las aceras, a altas velocidades, zigzagueando entre vehículos en marcha, produciendo ruido, irrespetando los semáforos, señales y demarcaciones de tránsito, agrediendo en gavilla a conductores, en caso de accidente, originados casi siempre por ellos mismos, y hasta el colmo de colisionar entre ellos, cosa jamás vista, urge que la autoridad del gobernador intervenga, porque según la Constitución Bolivariana y la ley, la autoridad estadal tienen la potestad de mandar y dar órdenes, las cuales deben ser acatadas por los ciudadanos, siempre que aquéllas actúen en el marco del estado de derecho-, resaltó Quevedo Abril.

Dijo que: “el motorizado, es aquel individuo que está regulado en la ley y facultado por alguna autoridad para conducir una motocicleta, puede desplazarse libremente en el vehículo en horas, lugar y otras circunstancias que no le prohíbe la ley, pero además debe y sólo puede conducir dentro del marco regulatorio en que ha sido mandado por la autoridad competente, porque tiene que desempeñarse actuando con referencia y acatando las leyes y normas vigentes”.

—Ninguna autoridad debe permitir que la sociedad entre en anomia, o sea, en la carencia de leyes, de normas, ausencia de autoridad y caos entre los miembros de una comunidad, pero menos aún puede permitir violencia interpersonal entre los mismos motorizados y automovilistas o peatones, ni que los hospitales estén literalmente abarrotados de motorizados convalecientes y en vía de incapacidad o discapacidad, y en los cementerios a diario entrando jóvenes fallecidos en numerosas y crecientes colisiones-, reiteró”.

(AM)