miércoles, 16 de diciembre de 2015


Abogado Euclides Quevedo
Publicado en Diario La Nación. Martes 15 diciembre 2015

“Se avecina una batalla constitucional que se decidirá en el Poder Judicial de la república, rama del Poder Público que garantiza la supremacía y efectividad de las normas y principios constitucionales, por ser el máximo y último intérprete de la Constitución y vela por su uniforme interpretación y aplicación en todo cuanto los opositores políticos se atrevan a proponer en contra de los valores, principios y normas que rigen el texto constitucional y su desarrollo legislativo bajo su amparo”, opina el abogado constitucionalista del Psuv Euclides Quevedo Abril.

“A grandes males, grandes remedios, decía Hipócrates; y es precisamente eso, soluciones a la altura de la dimensión del problema político venezolano, ahora camino a una batalla jurídico-constitucional, a pesar de los distractores políticos de la contrarrevolución y sus provocaciones en la que no se debe caer, como los disparates contra la legalidad democrática, por cuanto son sólo una mera declaración de intenciones, que no podrán concretar”, expresa

Sostiene el coordinador político e ideológico del frente de abogados del Psuv que: “Una declaración del Parlamento por sí sola no produce efectos materiales, expresa un deseo, una voluntad, pero para materializarse sería el Poder Ejecutivo, en este caso el gobierno bolivariano, el que tiene el mando y la conducción constitucional, por ser un régimen presidencialista y no parlamentario”.

“Como bien lo alertó Noam Chomsky en Roma, ‘hay un esfuerzo sistemático para destruir el Estado social, que ha sido quizás la mayor contribución de Europa a la humanidad después de la Segunda Guerra Mundial’, y no hay duda que en Latinoamérica se está dando con mayor fuerza y le tocó el turno a Venezuela”, expuso.

“Ese Estado social que está previsto en la cláusula de impretermitible cumplimiento como orden y mandato en el artículo 2º constitucional, no será tan fácil su desactivación, porque está inserto en los principios fundamentales de la Constitución Bolivariana que se transversalizan a lo largo de sus 350 artículos de su estructura”, destacó Quevedo Abril.

De allí que considera el jurista que: “La contrarrevolución debe sopesar muy bien su ejercicio, so pena de inocular mayor frustración a sus seguidores que fueron engañados al creer que el parlamento puede ejecutar políticas públicas plasmadas en leyes vigentes o que las puede barrer del andamiaje constitucional de un solo plumazo”.

«Un ataque contra todo el sistema jurídico vigente en el que la propia legalidad democrática está inserta, supone la activación de todos los mecanismos y recursos constitucionales y legales que el Estado de derecho proporciona para proteger al pueblo”, sentencia. (LZ)


http://www.lanacionweb.com/politica/se-avecina-una-batalla-juridico-constitucional/
Publicado el Martes 15 diciembre, 2015
Diario de la Nación. Página Política.



miércoles, 16 de septiembre de 2015


Indulgente la justicia con el fascismo
Así lo expuso el abogado del PSUV, Euclides Quevedo, al conocerse la decisión sobre el caso de las acciones de terrorismo llamada “la salida” encabezado por el ultraderechista Leopoldo lópez, maría corina machado y Antonio Ledezma, “La mayoría de la gente conoció al convicto y confeso Leopoldo López, desde el año 2002, cuando violando toda norma constitucional y legal, apresó o detuvo al ministro del interior Rodríguez Chacín, y secuestraron al hoy Defensor del Pueblo, Tarek Williams Saab, sin más procedimiento jurídico que su voluntad de odio y venganza contra estos altos funcionarios de Estado; por ello se conoce cuando se presentó ante los medios de televisión el día del golpe de estado contra el Comandante Eterno Presidente Hugo Chávez ”. 

Sentenció que “fue muy indulgente la justicia en este caso en particular, a pesar del enorme trabajo desarrollado por el Ministerio Público, demostrando fehacientemente los delitos de instigación pública, asociación para delinquir y determinador en daños e incendio, por los hechos de la “Salida”, donde se violaron todos los derechos humanos de los ciudadanos en la urbanizaciones y sectores de clase media, con las guarimbas y barricadas donde fueron secuestrados, incomunicados, muchos sin atención medica que requerían, sin derecho a tránsito por sus calles, sin contar los asesinatos con guayas aceradas, disparos de francotiradores donde murieron guardias y policías bolivarianos, para un total de 43 seres humanos muertos” .

Expresó el abogado del Psuv, “Si mucho nos ha dado la ley y el derecho desde que los romanos lo inventaron, ha sido su carácter punitivo, pero también que su amenaza disuade al que la sufrió y al resto del colectivo de hacerse al mismo castigo, desalentando a potenciales delincuentes de cometer otros delitos”.

Concluyó diciendo que, “Solo se espera que nunca más hayan las guarimbas, barricadas y violación masiva de derechos humanos por grupos de facinerosos, y quienes por su arenga publica pudieron y tuvieron la posibilidad mediática de movilizar a miles de jóvenes para protestar violentamente, deben saber cuáles son las consecuencias de azuzar y causar los mayores daños a la sociedad venezolana como la muerte de un hijo, por el solo hecho que un grupo de seudosciudadanos no consiguen los votos o sufragios necesarios para producir la llamada “salida” por los medios y procedimientos que nos da nuestra Constitución Bolivariana”.


viernes, 17 de julio de 2015


Abogado Euclides Quevedo
La inhabilitación impide ser candidato

“A Daniel Ceballos y María Corina Machado se les ordenó la apertura de un procedimiento administrativo, con todo el debido respeto al derecho a la defensa y donde intervinieron sus abogados privados, y una vez firme en sede administrativa, de manera exclusiva y excluyente, se impuso la sanción que corresponde según la falta o el ilícito cometido, como podía ser la suspensión del ejercicio del cargo sin goce de sueldo, su destitución o su inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas, fundamentado en lo previsto en el artículo 105 de la Ley Orgánica de la Contraloría General de la República y del Sistema Nacional de Control Fiscal”, aseguró el abogado constitucionalista del Psuv, Euclides Quevedo.

Explica el jurista que: “Estas sanciones surten efecto para el desempeño de la función administrativa, indistintamente de cuál sea el origen; esto es, por concurso, designación o elección popular. De ese modo, la inhabilitación limita o inhabilita, durante la vigencia de la sanción, la aptitud para el manejo de la cosa pública por causa de haber incurrido el sancionado en infracciones administrativas comprobadas mediante el procedimiento de control fiscal”.

—Como consecuencia de la inhabilitación, se restringe la aptitud para ser funcionario, como sería la restricción derivada de la mayoridad o de los extranjeros para determinados cargos públicos, debiéndose recalcar que es cualquier funcionario, incluso los de elección popular, de modo tal que el sancionado no puede ser funcionario y, por conexión necesaria, tampoco gobernante -argumenta-.

Destaca que además corresponde a los órganos de la administración pública no permitir el ejercicio de cargos públicos a ciudadanos sancionados, es decir, no designarlos o no permitir su concurso; y al Poder Electoral velar porque no se fragüe un fraude a los electores permitiendo la postulación, el concurso y la elección de un ciudadano que está impedido para ejercer las funciones administrativas ínsitas a las funciones de gobierno”.

Aclara que: “Eso no quiere decir que la inhabilitación administrativa que se les imponga a estos sujetos les impida ejercer sus derechos políticos consagrados en la Constitución Bolivariana, como el derecho al sufragio activo, el derecho a la rendición de cuentas, de asociación política, a la manifestación pacífica, así como a utilizar ampliamente los medios de participación y protagonismo del pueblo”.

“Tampoco se les impide participar en cualquier evento político, todos estos derechos reconocidos por nuestro ordenamiento constitucional y legal, en la medida en que se mantengan dentro del esquema constitucional”, advierte Quevedo.

Por lo tanto, a su juicio, “la alharaca que se ha suscitado entre algunos muy contados personajes de la oposición política venezolana parte del desconocimiento de los principios fundamentales de la Constitución Bolivariana, al pretender otorgarle fueros, privilegios e inmunidad a personajes que han violado las leyes de la república de manera flagrante, pública, notoria y comunicacional, no solo con la firma del acta de Carmona, en el golpe de Estado de 2002, sino también con la llamada ‘salida del 2014’ y las ‘guarimbas’, que provocaron un sangriento saldo de 43 asesinados”.

Señala que: “Algunos desconocen a ex profeso los principios constitucionales y legales, como la rendición de cuentas de los funcionarios públicos, que es una herramienta de un Estado democrático, social, de derecho y de justicia, para elevar la confianza en sus gobernantes y combatir eficazmente la corrupción”.

Además sostiene que “existe un Sistema Nacional de Control Fiscal, que tiene potestades investigativas y puede declarar la responsabilidad administrativa de cualquier ciudadano que cumpla o haya cumplido o ejercido funciones públicas, como un mecanismo de garantía de la ética pública, la moral y el orden social”, afirma. (LZ)





jueves, 2 de julio de 2015

Con todo éxito culminó el primer curso “Conociendo la Ley de Simplificación de Trámites Administrativos”, vía internet. Con la ejecución de esta prueba piloto de virtualización a través de la novísima Aula Virtual del Saren se dio inicio a la implantación de una cultura de formación en gobierno y administración electrónica llevada adelante por el Servicio Autónomo de Registros y Notarías a cuya cabeza está Dante Rivas, quien funge igualmente como Autoridad Única para la gestión de trámites y permisos en Venezuela. 

Con esta nueva modalidad en la capacitación, formación, mejoramiento profesional, y entrenamiento del servidor(a) público, se abre un cambio de mentalidad trascendental que se va extendiendo, al sustituir la formación presencial para más de diez mil servidores (as) públicos, generalizando las acciones formativas y ampliando de forma decisiva las opciones para los funcionarios a la hora de organizar sus tiempos para la formación y preparación académica.

Esta formación on-line en el Saren, no establece controles y deja a la responsabilidad del participante o servidor(a) público buscar los momentos adecuados para su adiestramiento y preparación, sin dejar de atender las responsabilidades de servicio público, lo que permite una mayor flexibilidad en la administración de los tiempos de los funcionarios participantes.


Esta prueba piloto de virtualización, demostró que “si se puede” además que el aula virtual fue diseñada con un alto estándar, con un cuidado y adecuado manejo de la imagen del Saren, con logotipos, colores, tipos de letras en todas y cada una de las actividades y recursos que se usan, acompañados siempre de una imagen relacionada a la actividad.


Sorprende de buena manera el tratamiento dado a la información jurídica de forma adecuada, clara y suficiente, manejada en este prototipo sobre la Ley de Simplificación de Trámites Administrativos, permitiendo al participante, “saber hacer y cómo trabajar”, motivando de esta manera al funcionario(a) a su participación y protagonismo, llenando sus expectativas con toda claridad y precisión, teniendo en cuenta que no es lo mismo leer en pantalla que leer un documento físico.

Toda esta acción formativa virtual del Saren culmina con una encuesta que realizan los participantes y en el que evalúan tanto la calidad de la acción formativa como la del servicio autónomo, vale decir que, en el caso de los cursos on-line, la indagación se complementa en el propio computador, cuando a la finalización del curso, la aplicación de gestión genera automáticamente los certificados de asistencia para los participantes que han culminado el proceso de formación y que han alcanzado una puntuación superior al requerido en cada módulo. A parte de estas evaluaciones obligatorias se le permite al participante o usuario se autoevalúe, es decir, proporciona espacios que le aseguran valorar su grado de asimilación de contenidos. 

En definitiva al Saren llego el cambio y la transformación, tan relevante que tienen implicación hacia el futuro, por cuanto no solo es la impartición de formación online, sino de la gestión misma del programa de formación del Saren, que incluye los puntos de vista de los funcionarios, sus necesidades y sugerencias que fueron y serán determinantes para el diseño de una herramienta afinada y completa que ha posibilitado una gestión al cien por ciento electrónica de la planificación de formación, cubriendo el ciclo completo, desde la detección de las necesidades formativas hasta la evaluación de las acciones realizadas. 

En hora buena, el Saren se erige como uno de los entes públicos en materia notarial y registral pioneros en educación abierta y a distancia, que promueve y ejecuta la educación virtual en la búsqueda del mejoramiento, capacitación, formación y adiestramiento del servidor(a) público con las herramientas propias de vanguardia, con el fin de interiorizar que la atención al usuario(a) en la oficina pública, además de ser una responsabilidad común, produce la satisfacción biológica de ayudar al prójimo, que se revierte en efectivo bienestar personal y colectivo. 













viernes, 5 de junio de 2015



"Cero papeleo"
“Uno de los principales aliados contra el burocratismo, es sin lugar a dudas la tecnología de información y comunicación conocidas como TIC, y su implementación efectiva en cada ente que conforma el poder público de Venezuela, se orienta al exterminio de prácticas viciosas, evidenciando los nichos de corrupción y potenciando la transparencia”. Así lo dio a conocer el abogado experto en cibernética jurídica y docente universitario Euclides Quevedo Abril, en relación a las expectativas creadas por el Instituto Nacional para la Gestión Eficiente de Trámites y Permisos (INGETYP).


Expresó que “algunas encuestas de firmas dedicadas a ello, indican el 90 por ciento de la población asegura, que nunca se ha encontrado con un servidor público que le pidiera algún favor o soborno a cambio de un servicio. Un 4% responde que esta situación se le ha presentado algunas veces”.

“Además, pareciera que algunos ciudadanos usuarios o usuarias no perciben que para realizar un trámite en la oficina pública, sea imprescindible “conocer a alguien”  que aligere la gestión.  Un 85% es de la opinión de que el trato que recibe el usuario o usuaria de los servidores públicos varía según los contactos que se tengan, siendo una realidad que el 45 por ciento casi siempre o a menudo el servidor público le trata de manera imparcial y sin favoritismo” -.




Comentó que el “Cero papeleo”, “...ha sido una consigna muy bien posicionada por Autoridad Única para la Simplificación de Trámites y Permisos en Venezuela y director general de dos institutos autónomos, que hacen una perfecta simbiosis y que representan, uno la seguridad de Estado que permite la identificación personal e inequívoca de los ciudadanos venezolanos y residentes en el país, y el segundo, la seguridad jurídica de sus actos sean estos civiles, mercantiles o contractuales...”.


Destacó que, - “...con un arsenal de instrumentos jurídicos como la ley de Infogobierno; ley sobre Acceso e Intercambio Electrónico de Datos; ley de Ciencia, Tecnología e Innovación; de Simplificación de Trámites Administrativos; sobre el Acceso y Uso de Internet; Normas y Procedimientos de Seguridad Informática, física y Lógica, en los Bienes Informáticos de los órganos y Entes de la Administración Pública; accesibilidad en los Portales de Internet de la APN; criterios Técnicos para la Adquisición de Sistemas de computación en la Administración Pública, entre muchas otras normas jurídicas de impretermitible acatamiento, el joven estratega inicio con buen pie una gran contribución al crear cultura y a promocionar la eficiencia, la eficacia y la disminución en los procedimientos burocráticos, al imponer su consigna “Cero Papeleo...” .



Recalcó que simplificar trámites y permisos como norte de la ley del mismo nombre, conduce a la transparencia y esta combate eficazmente a la corrupción, pero además la concientización en la oficina pública de la necesidad de emprender una cultura digital con el uso cada vez más cotidiano de las TIC, como auxilio para la comprensión y resolución del proceso burocrático, de un moderno Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, como bien lo ordena la Constitución Bolivariana.


-“No es más que el avance hacia una infraestructura administrativa virtual, como herramienta informática que conllevará a la agilización de los trámites y permisos burocráticos, por cuanto ahorran operaciones tanto como tiempo y dinero a los usuarios y usuarias en las gestiones ante la oficina pública, siendo punta de lanza en el manejo eficiente y transparente del servicio público; además de impactar en alto grado el estamento social, permitiendo que el usuario o usuaria acceda a la información si se requiere, ya que está a su disposición”.



Abg. Euclides Quevedo
Experto en TIC
Para finalizar el experto jurista Quevedo Abril, sentenció que “la virtualización de estos institutos autónomos como otras áreas de gobierno Bolivariano, es una muestra de la voluntad férrea de implementar y hacer uso de las TIC como herramienta necesaria y el rescate del legado del Comandante Presidente Hugo Chávez, quien desenvainó dos espadas en su oportunidad para luchar contra el burocratismo y la corrupción y que hoy han sido redimidas por el presidente Obrero Nicolás Maduro de la mano del joven estratega Dante Rivas”.
“Además es de esperar que baje sustancialmente en el resultado del informe elaborado por las Naciones Unidas, denominado “Índice de Desarrollo de Gobierno Electrónico” donde Venezuela en el 2012, ocupó el puesto 71 de 190 países, y 67 en el 2014, considerando las variables como la infraestructura de las telecomunicaciones, la cobertura y calidad de trámites en línea, la intensidad del uso de las tecnologías de información y comunicación en la administración pública, el talento humano, entre otros elementos y el impulso que desarrolla el novel instituto desburocratizante llamado Ingetyp de Venezuela”.

martes, 24 de febrero de 2015


Abogado Euclides Quevedo

Para el abogado del Psuv Euclides Quevedo Abril, “el panfleto publicado y firmado por el trío desestabilizador que ya conocemos, el cual activaría el golpe de estado, no es más que subversión del orden constitucional, reprochable penalmente porque hacer uso de la violencia como medio para hacer efectivo un programa político, teniendo en Venezuela los cauces y las institucionales democráticas existentes como forma de lucha, una acción como esta no puede ni debe quedar impune”.


Afirma Quevedo Abril que: “Deben aplicarse a los responsables de este acuerdo las normas que penalizan los delitos contra el orden constitucional, la seguridad del estado y el terrorismo, porque además en el texto podemos ver suficientes indicios considerados en su conjunto constitutivos de otros hechos punibles”.

— En cualquier país del mundo los delitos que configuran desestabilización de las instituciones del Estado y el terrorismo son los delitos más graves que la ley sanciona para protección de la sociedad entera y del pueblo en general. Creer que el terrorismo es un modo de consecución del poder político es un absurdo. Utilizar medios violentos dirigidos a destruir el orden democrático constitucional, buscando crear un clima de terror colectivo, un riesgo general de la población, introduciendo intranquilidad pública, desasosiego, no es tolerable en ninguna sociedad del mundo— argumenta.

A juicio del jurista del Psuv “uno de los aliados más importantes que ha tenido la oposición venezolana, además de todas las empresas de comunicación privada, donde algunos periodistas, comentaristas y locutores han tomado partido político y utilizan esa arma de comunicación sin freno como arma política, ha sido sin lugar a dudas la impunidad”.

“Se han lesionado y puesto en peligro los derechos individuales, han creado alarma en la seguridad pública, han desafiado el orden democrático y la propia vida del Estado venezolano y aquí no ha pasado nada. Esto ha sido un aliciente para la clase política que se opone a la revolución bolivariana. Se han cometido los más graves delitos contra la población y siempre ha reinado la impunidad”, asevera.

— El gobierno bolivariano del presidente Nicolás Maduro no puede quedar inerme ante situaciones de tan grave alteración del orden público, a supuestos de conflictos políticos que pongan en peligro el libre ejercicio de derechos fundamentales de los ciudadanos, de las instituciones o de servicios públicos esenciales, contra la vida de las personas o patrimonio de las personas. Por lo tanto, considero debe aplicársele todo el rigor de la ley, con agravantes, para lograr la estabilidad de la República y encausar a los verdaderos políticos democráticos de la oposición venezolana por el carril constitucional y legal y, de esta manera, hacer efectivo el aforismo romano “La ley es dura, pero es la ley"



Diario de la La Nación. Pág. Política. 24 ENE 2015. Leidy Zafra. http://goo.gl/PvVYHP



lunes, 19 de enero de 2015


Abogado experto en tecnologia
 Euclides Quevedo
“Una verdadera revolución en las taquillas públicas, en la era digital, en la sociedad de la información y en la gestión del conocimiento humano y frente a un arsenal de tecnología disponible, ha sido la expectante llegada del joven estratega Dante Rivas como única autoridad para la simplificación y gestión de trámites y permisos, pero más importante aún, para hacer valer los principios fundamentales de nuestra Constitución Bolivariana, referidos a la atención al usuario en la oficina pública, en la que la dignidad humana, los derechos humanos sean reconocidos, respetados y garantizados, en un Estado Social constitucional que busca la mayor suma de felicidad posible, la paz social y la prosperidad de todos”. Así lo expresó el abogado experto en tecnología y docente universitario Euclides Quevedo Abril, al referirse a la expectativa creada con el nombramiento de la Autoridad Única para la Simplificación de Trámites y Permisos y la creación del Instituto que la soporta.

Lograr que sea gratificante la atención al usuario, al ciudadano, clarificando la misión del servidor público pero valorando al mismo tiempo su importancia en el entramado de la oficina pública, “será una verdadera revolución que traspasa los umbrales administrativos, más aún, en un marco político como en la Venezuela de hoy, con un campo minado con fuerzas opositoras que luchan sin escrúpulos por el poder, será una hazaña, un reto donde deberá hacer uso de todas las estrategias licitas posibles, conectadas con la transformación y el cambio de un modelo burocrático obsoleto, petrificado, paquidermo y cartesiano que debe ser refundado por el bien de la República” – expuso -.

Dijo además que “Para ponerse a la cabeza de la reputación y la confianza social, se ha escogido uno de los derechos de mayor valía constitucional, la seguridad jurídica de las actuaciones de los usuarios con la publicidad registral y la fe pública, como lo es el Servicio Autónomo de Registros y Notarías conocido por las siglas de SAREN; un órgano que debe garantizar la seguridad jurídica eficientemente, de manera transparente y autosustentable”.


Servicio Autonomo de Regsitros y Notarias

Expresó que al “Posicionar al Saren, ponerlo a la cabeza de la reputación y confianza del ciudadano usuario, es hacer uso de un pensamiento estratégico, es tener una visión de la dimensión del futuro, es tener un fuerte liderazgo en la conducción para conseguir que algo suceda, es un buen avance en la burocratizada actividad pública venezolana”.


Afirmó además que “Tener clara la misión del servicio público que se presta, los valores que sostienen ese ente, captar la tendencia hacia el futuro, quiénes son, qué hacen y a quiénes atienden, qué necesidades tienen los usuarios, qué los hará distintos a las demás oficinas públicas, debe ser el objetivo estratégico a alcanzar en búsqueda de la excelencia, del bienestar del usuario, de la seguridad jurídica, de lo gratificante del servicio para el usuario y para el servidor público, ni más ni menos ese es el reto”.


Instituto Nacional  para la Gestión Eficiente de Tramites y Permisos
 en Venezuela  INGETYP

Para concluir sentenció que “Sin lugar a dudas el joven estratega Rivas, deberá escuchar, dialogar, negociar y confrontar resultados sobre la marcha, clarificar la misión del Saren y sus valores que lo sostienen, visualizar el entorno hacia el futuro y definir las estrategias que añadan valor y que sean legitima y políticamente sostenibles, operativa y administrativamente viables e implantarlas efectivamente, así como dejar la rutina de los procesos de adaptación y de cambio a la cibernética, para lograr que este importante servicio público de la seguridad jurídica sea gratificante, repito, para el ciudadano usuario y para el servidor público incorporando así su voluntad de cooperación como criterio general de atención. Es una verdadera Revolución en las taquillas públicas que está en marcha”.

MS/18 Enero 2015 /

lunes, 5 de enero de 2015


(Por Atilio A. Boron) Escribimos estas líneas con la inmensa alegría que nos produjo la exitosa culminación de la campaña que el pueblo y el gobierno de Cuba lanzaron para repatriar a los cinco luchadores antiterroristas injustamente encarcelados por la “justicia” de los Estados Unidos, que jamás se preocupó por enjuiciar a connotados y confesos terroristas como Orlando Bosch y Luis Posada Carriles o a un financista y ejecutor de atentados terroristas como Jorge Mas Canosa. Refiriéndose a “Los 5” Fidel dijo en su momento “volverán” y volvieron; como antes, en el incidente del niño Elián González, cuando también aseguró que Elián volvería a Cuba, y volvió. Dicho esto quisiéramos compartir una reflexión sobre las razones que explican el cambio en la política exterior de Estados Unidos en relación a Cuba y lo que esto podría significar para la Isla y América Latina y el Caribe.


El absoluto fracaso de más de medio siglo de bloqueo y agresiones es uno de los factores más evidentes que originaron el viraje de Washington. La Revolución Cubana resistió a pie firme, dignamente y sin concesiones, tamaña agresión y al final del día el Goliat del planeta tuvo que reconocer su derrota, algo que muy rara vez hace la siempre arrogante superpotencia. Lo hizo el presidente Barack Obama en su discurso y de modo todavía más enfático su Secretario de Estado, John Kerry, cuando al pronunciar el suyo, un par de horas más tarde, dijo que “durante medio siglo aplicamos una política para aislar a Cuba y los que terminamos aislados fuimos nosotros.” Claro está que otros factores también jugaron un papel: la intervención del Papa Francisco fue mucho más allá de una piadosa exhortación o una “gestión de buenos oficios”, tal como convencionalmente se la entiende. Fue una mediación en donde la influencia papal para arribar a un acuerdo parece haber sido más gravitante que lo normal en este tipo de mediaciones. El tiempo permitirá calibrar con precisión las características de esa gestión. Además, el reiterado repudio que la política del bloqueo cosechaba año tras año en la Asamblea General de las Naciones Unidas, e inclusive en el seno de la OEA, fue debilitando la firmeza de la política anticubana. Otro factor fue la honrosa insistencia de los países latinoamericanos y caribeños sin excepción para exigir el fin del bloqueo y la liberación de “Los 5”. El papel de la UNASUR y la CELAC también fue de importancia para precipitar esta reorientación de la política de la Casa Blanca. Pero lo que a nuestro juicio fue decisivo para producir este viraje fue el cálculo geopolítico realizado por los estrategas del imperio, que recomendaba acabar con una política que no sólo era inefectiva -como las torturas de la CIA, según el reciente Informe del Senado- sino que además era contraproducente para garantizar la seguridad nacional estadounidense en momentos tan críticos como el que actualmente atraviesa el sistema internacional. En las páginas que siguen trataremos de desarrollar en cierto detalle este argumento.

La Transición Geopolítica Mundial y sus Desafíos para la Estabilidad del Imperio Estados Unidos se enfrenta a un deteriorado cuadro geopolítico mundial que suscita una enorme preocupación en su clase dominante, sus representantes políticos e ideológicos, el Pentágono y sus agencias de inteligencia. En 1997, pocos años después del derrumbe de la Unión Soviética, uno de los más lúcidos (y cínicos) intelectuales orgánicos del imperio, Zbigniew Brzezinski, escribió un libro que resumía la visión estratégica dominante en ese momento y proponía un conjunto de recomendaciones para encarar con realismo –en lugar de las autocomplacientes ensoñaciones de los miembros del Proyecto para el Nuevo Siglo Americano, gran parte de los cuales integraron las filas del gobierno de George W. Bush- los desafíos de los años venideros.[1] En El Gran Tablero Mundial su autor descartaba la posibilidad de un debilitamiento del poderío global de Estados Unidos dado que su país aparecía, una vez desintegrada la Unión Soviética, como “la única e, indudablemente, como la primera potencia realmente global” en la historia del planeta. A partir de esta premisa el objetivo que se trazó fue formular una geoestrategia global e integral para preservar el papel central de Estados Unidos como “arbitro político” en todo el mundo, pero prestando especial atención a Eurasia ya que es ese y no otro “el tablero en el que la lucha por la primacía global” seguirá jugándose. Un continente fundamental que contaba para 1997 con el 75% de la población y el 60% del PNB mundiales, y las ¾ partes de los recursos estratégicos conocidos. Para ser exitosa dicha estrategia debía basarse en la construcción de “una comunidad global basada en las relaciones de cooperación”.[2] No obstante, a Brzezinski no se le escapaban las acechanzas que podían originarse como consecuencia de potenciales “contingencias relacionadas con los futuros alineamientos políticos (…) que intenten empujar [a los Estados Unidos] fuera de Eurasia”.


En ese escrito Brzezinski identificaba tres escenarios que podrían plantear tales retos a lo largo del siglo veintiuno: el primero era un acuerdo entre Rusia y los principales países europeos, que debilitaría los vínculos entre Estados Unidos y Europa y mellarían la fortaleza de la Alianza Atlántica y en particular de la OTAN. Pero tranquilizaba a sus lectores diciendo que la probabilidad de esa contingencia era “bastante remota” (si bien no totalmente descartable), no habiendo por lo tanto razones para alarmarse. La segunda amenaza era un posible acuerdo entre China y Japón, por entonces la segunda economía del mundo y puntal de la presencia estadounidense en el Pacífico y en el mundo asiático. Probabilidad: también muy baja, porque los históricos conflictos que separaban a ambas naciones serían un obstáculo muy difícil de remontar. Había que monitorear los movimientos, los gestos y las iniciativas de esos dos países pero sin perder la serenidad. El tercer escenario, “el potencialmente más peligroso sería el de una gran coalición entre China, Rusia y quizás Irán, una coalición ‘antihegemónica unida no por una ideología sino por agravios complementarios’.” [3] Sin embargo, las probabilidades de que esta amalgama política pudiera cristalizarse eran, según Brzezinski, remotas. Ahora bien: los pronósticos de este consejero áulico del imperio fueron impiadosamente refutados por la historia ya que ese escenario -el menos deseado, el más temido y el más improbable- fue el que en estos últimos años irrumpió con fuerza en el sistema internacional. A mediados del 2014 Rusia y China firmaron importantísimos acuerdos –económicos, políticos y militares- de largo plazo, a los cuales se unió poco después Irán. En Septiembre la India solicitó formalmente su adhesión al Acuerdo de Cooperación de Shanghai y a finales de este mismo año Rusia selló un muy importante acuerdo con Turquía, cerrando de este modo una alianza que cambia radicalmente la correlación de fuerzas en el tablero de la geopolítica mundial en perjuicio de Estados Unidos, sus aliados europeos y Japón. Con la integración de la India y Turquía el panorama geopolítico euroasiático no podría ser más desventajoso para lo que Brzezinski denomina “Occidente.”


En el año 2012, es decir, poco antes de que emergiera esta nueva coalición y quince años después de la publicación del Gran Tablero Mundial , Brzezinski dio a conocer su más reciente obra: Strategic Vision.[4] En ella el tono general del análisis se sitúa en las antípodas de su por momentos triunfalista texto de 1997. Ahora la preocupación es otra. En la primera parte de ese libro propone una sorprendente y muy significativa exploración histórica en torno a la “declinante longevidad de los imperios”, una reflexión insólita en relación al supuesto fundamental de la obra: Estados Unidos no es un imperio sino una potencia, la única potencia global. No obstante, este inesperado comienzo revela que en su fuero íntimo Brzezinski no se engaña, ni engaña a sus jefes y patrones, y sabe que Estados Unidos es la cabeza de un vasto sistema imperial y que, además, la lógica que decretó la declinación de todos los imperios anteriores, sin excepción, difícilmente exceptúe al americano. Como estudioso que es sabe muy bien que este no podrá ser eterno y duda de que siquiera pueda mantenerse más allá de unas pocas décadas. De ahí que las cuatro preguntas fundamentales que plantea en las páginas iniciales del libro sean las siguientes:


1) ¿Qué implicancias tienen la cambiante distribución del poder global desde Occidente hacia Oriente y el despertar político de la humanidad?

2) ¿Por qué decayó el atractivo de los EEUU, cuáles son los síntomas de su declinación doméstica e internacional y por qué se desperdició una oportunidad tan excepcional como el desenlace pacífico de la Guerra Fría?

3) ¿Qué consecuencias geopolíticas tendrían lugar si Estados Unidos perdiera su primacía en el ámbito del poder global? ¿Podría China ocupar su lugar en el 2025?

4) ¿Cómo debería EEUU redefinir sus objetivos geopolíticos a largo plazo, y cómo atraer, apoyándose en sus aliados europeos, a Rusia y Turquía a los efectos de construir un “Occidente” más inclusivo y vigoroso?


En resumen, el autor se formula interrogantes impensables una década atrás. Lo que antes se asumía como una verdad inconmovible, la primacía internacional de Estados Unidos, ahora es objeto de múltiples conjeturas, y por lo tanto las opciones estratégicas diseñadas en el pasado deben ser radicalmente re-examinadas.

Un mundo convulsionado
En este impensado escenario, en donde los rivales de Washington unen fuerzas, y los antiguos aliados –fervientes, como Turquía, o tibios, como la India- se pasan al otro bando, la rápida degradación de la situación internacional plantea enormes desafíos al imperio. La agenda exterior de la Casa Blanca se enfrenta con numerosos “puntos calientes” en los cuáles Estados Unidos está fuertemente involucrado, tiene muchos intereses en juego y se ve forzado a hacer apuestas cada vez más riesgosas y de incierto desenlace. En Oriente Medio la situación está fuera de control: después de haber avivado la hoguera del fundamentalismo sunita como ariete para hostigar a Irán y Siria, el trágico resultado de esa política fue la aparición del Estado Islámico, una organización criminal que dispone de los enormes recursos financieros derivados de su control sobre las zonas petroleras de Siria e Irak, y dispuesto a afianzar su dominio apelando a cuantas atrocidades sean imaginables. Originalmente formado por mercenarios reclutados por Estados Unidos y Arabia Saudita, financiado y armado por estos dos países, el genio se salió de la botella (como antes Osama bin Laden y Saddam Hussein) y, previsiblemente, comenzó a desarrollar una política propia que no es precisamente la que mejor favorece los intereses de Washington en la región. A la explosiva situación de esa parte del mundo, hundida en un interminable baño de sangre, hay que agregar la acelerada fascistización de Israel, que ha convertido a su estado en un engendro neonazi en donde el genocidio de los palestinos pasó a ser una práctica habitual ejercida con total impunidad e indiferente ante la repulsa casi universal que suscitan sus acciones. Más hacia el Oriente, en Asia Central, área donde se anuda una densa red de oleoductos y gasoductos de vital importancia para el mercado mundial de energéticos, la permanente inestabilidad de una zona surcada por ancestrales rivalidades y conflictos étnicos, religiosos y económicos de todo tipo se combina con periódicos estallidos de violencia que frustran de raíz cualquier posibilidad de establecer proyectos económicos de cierta envergadura para el aprovechamiento de sus enormes riquezas gasíferas y petroleras.[5] Más hacia el Este, al llegar al extremo del continente, la persistente disputa entre China y Japón por la delimitación jurisdiccional del Mar del Sur de la China agrega un condimento explosivo en el límite oriental de la antigua, y hoy altamente revalorizada, “Ruta de la Seda”.[6]

¿Es todo? De ninguna manera. La situación del África Subsahariana es motivo de intensa preocupación, sobre todo por el arraigo que en algunos países proveedores de petróleo, como Nigeria, parece haber conseguido el islamismo radical. Pero, más al norte es donde se encuentra la fuente más importante y a la vez urgente de preocupaciones. En Europa hay una guerra en ciernes entre los países de la OTAN y Rusia. Las sucesivas sanciones económicas decretadas por Washington (y replicadas con deshonrosa obediencia por sus compinches europeos) junto al deliberado derrumbe de los precios del petróleo configuran, en términos prácticos, una declaración de guerra, y así lo ha entendido no sólo Moscú sino buena parte de la dirigencia política estadounidense. No sorprende, en consecuencia, que Rusia haya anunciado el 26 de Diciembre un significativo cambio de su doctrina estratégica, orientada ahora por la necesidad de contener las amenazas que se ciernen, desde Europa: la OTAN y el despliegue balístico norteamericano en ese continente, sobre su seguridad nacional. [7]


El dramático empeoramiento de la situación en Ucrania reconoce dos causas fundamentales: una, la expansión hacia el Este de las fronteras de la OTAN, en abierta violación de las promesas formuladas a los gobernantes rusos por sucesivos presidentes de los Estados Unidos y los jefes de estado europeos. La otra: la insistencia de la Unión Europea en incorporar a Ucrania y, de ese modo, penetrar por la puerta trasera en Rusia. Ambas iniciativas propiciaron la fulminante resurrección de la Guerra Fría, que se está recalentando aceleradamente. Un académico conservador norteamericano, John Mearsheimer, profesor de la Universidad de Chicago, culpó a Occidente por esta degradación del clima internacional. Era sabido, escribió, que Moscú jamás podía aceptar de brazos cruzados que la OTAN se extendiera hasta sus fronteras, y para colmo consentido por un gobierno impuesto en Kiev por un golpe de estado impulsado y financiado por Estados Unidos y sus aliados.[8] Esta irresponsable provocación es tan inadmisible para Rusia como lo hubiera sido para Estados Unidos si, en los años ochentas, Moscú y los países del Pacto de Varsovia hubiesen orquestado un golpe de estado en México e instalado sus tropas en la frontera con Estados Unidos. El desencadenamiento de la crisis en Ucrania desató como respuesta la reintegración al territorio ruso de la península de Crimea (anexada con el apoyo de sus habitantes) y alentó el separatismo de la población rusoparlante que reside en el este ucraniano. Las sanciones económicas aplicadas a Rusia por los países de la Alianza Atlántica tensaron la cuerda a grado tal que tiene escasos precedentes en la historia contemporánea. Moscú denunció estas maniobras y dijo que ellas son parte de una estrategia general cuyo objetivo es nada menos que precipitar el “cambio de régimen” en Rusia, ante lo cual Vladimir Putin ha dicho que su país no permanecerá indiferente ante esos designios y responderá con cuanto tenga a su alcance. Hay que recordar que Rusia dispone del segundo arsenal atómico mundial y que cuenta con unas fuerzas armadas muy bien equipadas. Como decíamos más arriba, si la OTAN llegara a lanzar un ataque con armas de destrucción masiva Moscú no vacilará en recurrir a su arsenal nuclear, lo que abre una atroz perspectiva para el futuro de la humanidad.[9]


Trascendente papel de América Latina y el Caribe
En innumerables ocasiones Fidel y el Che afirmaron que Nuestra América es la retaguardia estratégica del imperio. Cuando Estados Unidos enfrenta graves desafíos en el frente internacional -como en los años setenta en el Sudeste asiático y muy especialmente en Vietnam- se vuelve sobre los países del área para desde allí tomar aliento y lanzar su arremetida. En aquella oportunidad lo que hizo fue sembrar dictaduras por toda la región, en donde salvo México, Colombia y Costa Rica, el resto de los países padecieron la instauración de regímenes cívico-militares que hicieron del terrorismo de estado una práctica cotidiana de ejercicio del poder, para lo cual contaron con el auspicio, colaboración, protección y financiamiento de Washington.


En la actualidad la Casa Blanca continúa actuando bajo los lineamientos de la misma premisa, procurando acabar con la Revolución Cubana, liquidar a los gobiernos bolivarianos, terminar de domesticar a los de la “centro-izquierda” del Cono Sur y reforzar, vía la Alianza del Pacífico, a los regímenes neocoloniales y conservadores del área. Téngase en cuenta que en el turbulento tablero geopolítico internacional Nuestra América brilla como una envidiable, y única, zona de paz. Lo único que perturba este panorama es el conflicto interno en Colombia y la desestabilización de México, pero ambas son situaciones que se constituyen en el ámbito doméstico.[10] Sólo Colombia podría, si fracasaran las negociaciones de paz en curso en La Habana, alterar significativamente los equilibrios internacionales del área. No obstante, en el caso de México no habría que descartar que si se acelerara y profundizara la descomposición de la situación interna debido a la explosiva combinación entre el creciente poderío del narco -que podría llegar a someter a su arbitrio a las diversas ramas del aparato estatal- y una repotenciada protesta social los Estados Unidos podrían, en tal eventualidad, considerar muy seriamente la posibilidad de invadir y ocupar una parte de la frontera norte mexicana con el pretexto de preservar la “seguridad nacional” estadounidense amenazada por el caos al sur del Rio Grande. Lo hicieron en el pasado y nada autoriza a pensar que no volverían a hacerlo una vez más si lo considerasen conveniente. Hipótesis extrema, pero que en función de las enseñanzas de la historia sería sumamente imprudente descartar. Va de suyo que una movida de ese tipo tendría enormes repercusiones internacionales, que reverberarían mucho más allá del hemisferio americano. [11]


Es a causa de todo lo anterior que Washington está poniendo cada vez más empeño en “reordenar” una región que desde el triunfo de Chávez en las elecciones presidenciales de 1998 ha ido progresivamente emancipándose de la pegajosa tutela y control que Estados Unidos ejerció sobre lo que con indisimulado desprecio se llama, en los círculos oficiales de ese país, su “patio trasero”. La oleada bolivariana desencadenada por Chávez facilitó la supervivencia de la acosada Cuba y tuvo reflejos concéntricos en el mundo andino: Bolivia y Ecuador se plegaron a la misma y, en el litoral atlántico, surgieron gobiernos más moderados en Argentina, Brasil y Uruguay pero que, pese a la tibieza de algunas de sus iniciativas, en el terreno internacional aportaron un apoyo decisivo para, entre otras cosas, hacer naufragar el proyecto más importante que el imperio tenía reservado para América Latina y el Caribe: el ALCA, sepultado en Mar del Plata en Noviembre del 2005.


El cambio de política hacia Cuba tiene por objetivo neutralizar un permanente factor de perturbación de las relaciones hemisféricas y abrir el paso a una política más eficaz para recuperar el control las díscolas naciones del sur. El objetivo es claro: garantizar la estabilidad y la complicidad de la retaguardia imperial para que Washington pueda actuar en los “puntos calientes” arriba señalados sin temor a que su distracción en lejanos teatros de operaciones desate una radicalización tan indeseable como incontenible en los países de América Latina y el Caribe. Para enfrentar con éxito esta tercera guerra mundial en gestación es esencial retomar el control de Venezuela, donde al día de hoy se alojan las mayores reservas comprobadas del mundo. Pero dicho objetivo no se alcanzará manteniendo la vieja y fracasada política hacia Cuba, que provoca la repulsa del resto de las naciones del hemisferio. Por eso el presidente Barack Obama dió el primer paso para “normalizar” las relaciones con la Isla pero al día siguiente redobló su ataque a la República Bolivariana promulgando un proyecto de ley, impulsado nada menos que por el Senador Bob Menéndez (conocido por sus estrechas vinculaciones con la mafia anticastrista de Miami)[12]que establece sanciones económicas a gobernantes y políticos venezolanos “responsables por violaciones de los derechos humanos de manifestantes antigubernamentales” que entre Febrero y Abril del 2014 tomaron las calles y mediante violentas manifestaciones exigían la renuncia del presidente Nicolás Maduro. Ni a este impresentable senador ni a Obama les importó que los autores o instigadores de actividades violentas –incluyendo asesinatos, robos, incendios, destrucción de edificios y bienes públicos, etcétera- que busquen alterar el orden constitucional o remover autoridades apelando a la violencia serían acusados del delito de sedición en Estados Unidos (y en casi todo el mundo) y pasibles de ser sancionados con durísimas penalidades que, en este país, incluirían la prisión perpetua. Pero como se trata de recuperar a la Venezuela Bolivariana de cualquier forma, los autores intelectuales y apologistas de esos actos de salvaje vandalismo, como Leopoldo López y María Corina Machado, lejos de ser acusados por esos delitos son exaltados como figuras ejemplares, síntesis de los valores republicanos y libertarios, y elevados a la categoría de “combatientes por la libertad”. Poco importa que la mayor parte de las víctimas de aquel intento sedicioso fuesen miembros de los servicios de seguridad del estado y militantes chavistas, tal como ha sido reconocido por organizaciones independientes de derechos humanos radicadas en Venezuela. Para no hablar del doble rasero que significa sancionar a miembros del gobierno venezolano por preservar el orden constitucional del asalto de los sediciosos y no proceder de igual modo, por ejemplo, con las autoridades colombianas cuando informes inapelables certifican que el ejército ejecutó al menos a 5.763 civiles inocentes entre 2000 y 2010; o con las autoridades hondureñas, en donde después del golpe de estado de 2009 los asesinatos extrajudiciales se realizan con total impunidad; o con las de México, en donde es sabido que la desaparición de los 43 estudiantes normalistas en Ayotzinapa fue orquestada y ejecutada con la participación -o al menos la abierta complicidad- de autoridades civiles y militares de la Federación y del estado de Guerrero? [13]

La espina cubana
La “normalización” de las relaciones con Cuba tiene pues una tenebrosa contrapartida: liberar las manos del imperio para abalanzarse con fuerza para doblegar al gobierno chavista y recuperar el petróleo venezolano.[14] Además responde a una necesidad geoestratégica insoslayable, y ante la cual tanto la ruptura de relaciones diplomáticas como el bloqueo se convirtieron en molestos estorbos para Washington. Lo que se logró con ambas políticas fue facilitar la penetración de China y Rusia en la mayor de las Antillas y, por extensión, en la “tercera frontera” de Estados Unidos: el Mar Caribe. Todos los textos e informes recientes sobre la seguridad nacional norteamericana señalan una y otra vez que aquellos dos países son “enemigos” que es preciso vigilar, controlar y, de ser posible, someter o derrotar, toda vez que la recomendación de Brzezinski en el sentido de “atraer y seducir” a ambos países demostró ser un rotundo fracaso. Máxime cuando, en el Mare Nostrum norteamericano China ha emprendido sin consultar ni mucho menos pedir permiso a Washington un megaproyecto llamado a ejercer una extraordinaria influencia no sólo en el comercio internacional: un nuevo canal interoceánico a través de Nicaragua, obra para la cual el nuevo puerto cubano de Mariel asume una importancia estratégica. Rusia, por su parte, ha dado a conocer sus planes de impulsar la proyección global de su armada, lo que contempla, entre otras cosas, una mayor presencia en aguas caribeñas. Lo que estos dos países hacen en Cuba, y están haciendo en la zona del Gran Caribe, es un misterio para las agencias de inteligencia y las fuerzas armadas estadounidenses. ¿Hay proyectos militares en juego que subyacen a los crecientes relacionamientos económicos que China y Rusia desarrollaron en el área? De ser así, ¿cuáles son, donde están localizados y qué implicaciones tienen para la seguridad nacional de los Estados Unidos? ¿Cómo podrían ser neutralizados? ¿Cuál es el estado de la “sociedad civil” en Cuba? ¿Cuál debería ser la hoja de ruta para preparar el tan anhelado “cambio de régimen” que ponga fin a la Revolución Cubana? ¿Qué modelo aplicar: la “revolución de terciopelo”, al estilo checo, o hay condiciones para ensayar una fórmula más rápida y violenta, al estilo de los “cambios de régimen” practicados en Libia o Ucrania? Todas estas son cuestiones de enorme importancia que no pueden ser confiadas a “amateurs” como Alan Gross. Por el contrario, hay que desplegar en la isla un número suficientemente grande de agentes para obtener información sensible y confiable, para lo cual se precisa la cobertura de una embajada dotada de un numeroso personal que, bajo el paraguas diplomático, pueda realizar esas actividades de inteligencia.


La política seguida a lo largo de más de medio siglo demostró ser, como decíamos más arriba, no sólo inefectiva sino contraproducente. Y Obama quiere corregir eso, pronto. Claro que la plena normalización diplomática exigirá que el Congreso levante el bloqueo, de lo contrario la iniciativa anunciada el 17 de Diciembre quedaría a mitad de camino, no sólo por la incoherencia que significa pretender “normalizar” las relaciones entre Cuba y Estados Unidos y, simultáneamente, mantener el bloqueo. Se dice que los sectores más reaccionarios del espectro político norteamericano en el Congreso se opondrán a esa iniciativa. Seguramente será así, pero no sería raro que junto a poderosos intereses comerciales -deseosos de establecer vínculos con Cuba- el lobby del Pentágono y la CIA convenza a los más recalcitrantes que la seguridad nacional norteamericana exige votar el fin del bloqueo, algo que hasta apenas ayer parecía imposible y que el propio gobierno de Estados Unidos promoverá no por razones de respeto a la legalidad internacional o solidaridad con el pueblo cubano sino exclusivamente en función de sus intereses estratégicos globales. Tanto Obama como Kerry lo dijeron con todas las letras: Washington no abandona su propósito de fomentar las fuerzas que dentro de Cuba pudieran precipitar un “cambio de régimen”, fomentar el activismo y la participación de la “sociedad civil”, y promover una “prensa libre” y el pluralismo político, preocupaciones estas que desaparecen como por arte de magia cuando el falaz régimen norteamericano habla de Arabia Saudita, país sin sociedad civil, sin prensa libre y en donde los partidos políticos están prohibidos. Sería inútil exigirle coherencia doctrinaria a un imperio cuyo objetivo excluyente es saquear los bienes comunes de nuestro planeta para mantener un patrón de consumo absolutamente irracional e insostenible, no ya en el largo plazo sino en la actualidad y mediante la militarización de las relaciones internacionales. Lo cierto es que, pese a toda la verborragia, el objetivo estratégico de Estados Unidos sigue siendo el mismo; lo que cambia es la táctica. Ahora se recurrirá al “poder blando”, eufemismo que significa tratar de apelar a los recursos derivados del supuesto atractivo de la sociedad norteamericana, sus también presuntos valores de igualdad, justicia, libertad, convenientemente manufacturados por la industria cultural basada en Hollywood pero desmentidos día a día por la realidad, para convencer a los cubanos mediante un intenso bombardeo propagandístico que una sociedad que mata afrodescendientes a destajo, que deja grandes segmentos al margen de toda atención médica y de la seguridad social, que impide que sectores de clase media puedan acceder a las universidades y que cuenta con la peor distribución de ingresos y recursos del mundo desarrollado es el espejo en el cual deben ver su propio futuro. “Poder blando”, aclarémoslo de entrada, que es apenas el reverso de la medalla en cuyo anverso se encuentra el “poder duro” de la mayor fuerza militar jamás conocida en la historia de la humanidad y dispuesta a ser aplicada sin mayores escrúpulos cuando sea necesario.


Muchos observadores han expresado su preocupación por este cambio de la política norteamericana. ¿Representa o no un desafío para Cuba? ¡Por supuesto que sí!, pero aún peor es el reto emanado de la continuidad sine die del bloqueo, que ha causado enormes daños materiales a Cuba. Según las últimas estimaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país el costo económico de esa política equivale a dos Planes Marshall en contra de la Isla, mientras que con un solo Plan Marshall se reconstruyó la Europa devastada por la Segunda Guerra Mundial. Ni se hable de los costos “no económicos” medidos en sufrimientos humanos, privaciones, frustraciones y otras secuelas de esa criminal política de agresión imperialista. Este fue un desafío que Cuba supo repeler, pero a un precio exorbitante. La continuidad indefinida del bloqueo obliga a preguntar cuanto tiempo más podría Cuba resistir esa situación sin erosionar la legitimidad del orden revolucionario, librando batalla en un terreno en el cual no tiene chances de prevalecer. En cambio, el desafío que plantearía la penetración norteamericana –económica pero también política y cultural- una vez eliminado el bloqueo podría ser respondido desde una posición mucho más favorable. Tal como lo recordara José Martí, “trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras”, y Cuba posee, gracias a Martí y a la incansable labor pedagógica de Fidel a lo largo de más de medio siglo, una formidable trinchera de ideas contra la cual se estrellará la propaganda norteamericana, el consumismo desenfrenado y las mentirosas ilusiones fomentadas por elAmerican way of life que el pueblo cubano conoce muy bien desde 1898. Sin dudas, la densidad de la cultura cubana es incomparablemente más fuerte que la salud de su economía y librar la batalla en el terreno cultural, para derrotar al “americanismo”, como le llamaba Antonio Gramsci, es la táctica sin dudas más apropiada. La historia demuestra que Cuba puede derrotar a Estados Unidos desde la cultura y la política, no desde la economía. De los dos desafíos, por lo tanto, el más manejable es el que se abre con la normalización de las relaciones diplomáticas y el eventual fin del bloqueo. Si en la ex Unión Soviética “los espejitos de colores” del capitalismo fueron aceptados como buenos por su población fue porque allí no hubo ni un Martí ni un Fidel. No es el caso de Cuba, cuya población tuvo estos dos geniales maestros y además conoce el imperio como pocas, porque le tocó sufrirlo entre 1898 y 1958, y sabe muy bien que una cosa es la propaganda capitalista y otra completamente distinta el capitalismo “realmente existente”.


Por eso, ante las novedades aportadas días atrás y para evitar una re-edición de la “Obamamanía” que tantas decepciones ocasionara entre los ilusos que cayeron en esa trampa, y que ahora creen que Washington cambió, que abandonó sus planes de hacer retroceder el reloj de la historia hemisférica hasta la medianoche del 31 de Diciembre de 1958, antes del triunfo de la Revolución Cubana, se impone recordar lo que dijera el Che: “al imperialismo no se le puede creer ni un tantico así, ¡nada!” Sería gravísimo desoír tan sabio consejo en una coyuntura como la actual, cuando la validez de las palabras del “guerrillero heroico” es mayor que nunca.