sábado, 28 de mayo de 2016


Abogado Euclides Quevedo
Publicado Diario La Nación, sábado 28 de Mayo del 2016. Pág. Política

“En la sentencia producida por el TSJ en el marco de las competencias constitucionales y sobre un caso particular de una niña dentro del marco de la Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, sobre su nacionalidad y la que debe prevalecer en Venezuela, nada se habla sobre aspectos relacionados con cargos públicos y su supuesta doble nacionalidad para ejercerlos”, afirma el abogado del Psuv, Euclides Quevedo Abril.

— El terrorismo jurídico que continúa promoviendo la oposición venezolana no tiene límites. Bastantes muestras de ignorancia supina sobre el nuevo Estado y el derecho como ciencia jurídica, así como un incomprensible desconocimiento de los principios, valores y fines plasmados en la Constitución Bolivariana, han hecho que la contrarrevolución, encabezada por el presidente de la Asamblea Nacional, Ramos Allup, utilice los medios de comunicación adversos a la revolución bolivariana, engañando a la población opositora, esta vez creando una matriz de opinión completamente descabellada por una sentencia ordinaria de la Sala Constitucional del TSJ -enfatizó el jurista-.

Considera que: “Las patrañas de la derecha son una forma de terrorismo político; son una acción innoble, inmoral, ilegal e inconstitucional que menoscaba los derechos humanos de la población, que tiene derecho a una vida tranquila y en paz, en este momento de grave crisis económica por la que atraviesa nuestro país”.

A su juicio, “solo es una forma de terrorismo jurídico de parte de una rama del poder público en Venezuela, que es muy lamentable, encabezada por un abogado desfasado profundamente del orden jurídico constitucional que rige la República, quien pretende engañar y confundir a sus seguidores, en la búsqueda de mayor incertidumbre y promoviendo la alteración del orden público y la violencia en las calles”.

“Y, no bastándole con eso, se atreve a irrespetar y vituperar al TSJ, siendo una rama del poder público y arbitro judicial que merece respeto y consideración, y de paso maltrata de manera insólita a las magistradas, calificándolas de forma vulgar y obscena, lo cual repudiamos”, fustigó. (LZ)